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KM CERT

GESTIÓN DE COLOR

Un método organizado que permite controlar todo el proceso de producción mediante la generación de perfiles, aportando realidad, eficacia y rentabilidad  en una oportunidad generada gracias a la Gestión Integral del Color.

Gestión

Un método organizado que permite controlar todo el proceso de producción mediante la generación de perfiles.

Integral

Abarca una herramienta específica, un método organizado de actuación, asesoramiento y mantenimiento del color en todos los dispositivos del proceso de producción.

¿Para qué?

Alrededor del color se generan muchas dudas y falsas ideas que se necesitan solucionar con profesionales del sector para crear una conciencia común que permita eliminar errores, unificar criterios, y solucionar problemas.

La gestión de color tiene como objetivos principales: 

  • Realizar una descripción fiable, real y demostrable del color. 
  • Mantener su consistencia y equilibrio a lo largo de proceso de materiales y trabajos. 
  • Conseguir una mejor economía en costes de distinto tipo según en el proceso de trabajo en el que esté implementado.
  • Obtener el resultado que se esperaba desde el principio.
  • Mejorar la relación con el cliente.

¿Por qué?

El espacio cromático, el método utilizado para especificar los colores, es diferente en cada dispositivo, el mismo color se representa de forma diferente en un MONITOR que en una IMPRESORA.

Por lo que cada dispositivo tiene sus propias características.

Los PERFILES que conseguimos gracias  la gestión de color, unifican los valores cromáticos dentro de una misma gama a través de una reasignación colorimétrica. Esta reasignación permite que lo que vemos en pantalla sea lo mismo que vemos Impreso.

PREGUNTAS FRECUENTES - Gestión de color

FAQ's

Preguntas frecuentes que surgen acerca de la gestión del color en sus procesos de trabajo y las incidencias comunes que suelen aparecer.

Resultado esperado – resultado real ⇏ Problema

La diferencia entre el resultado esperado del cliente y el resultado final real. Si el resultado final es igual al esperado, no surgen inconvenientes; de lo contrario es cuando se tienen problemas.

Por ejemplo, el fotógrafo ha creado una imagen, es decir, un fichero con un perfil de color, un conjunto de ceros y unos que componen una imagen más un perfil de color.

Si el fotógrafo ha elegido Adobe RGB 1998, que es un espacio de color muy grande, y luego el diseñador ha elegido Adobe sRGB, lo que se ha producido es un reducción del espacio de color considerable, es decir, tonos de color que antes estaban disponibles, ahora dejan de estarlo.

Por lo tanto, una imagen, siempre se compone de ceros y unos que representan valores colorimétricos en verde, rojo y azul más un perfil de color.

Sin el perfil de color, ni siquiera podemos tener una representación gráfica de un documento.

⊛ Si no tenemos un criterio claro de cómo utilizar estos perfiles de color, no estamos haciendo una gestión de color adecuada y por lo tanto, el color nos hará jugar una mala pasada en el resultado final.

En este proceso de trabajo, en el que el color se ve inmerso, incluye la suma del trabajo de distintos profesionales que se unen para llegar a un resultado, cuando este último no ha salido como se esperaba, es cuando se empieza buscar de quién es la culpa, lo que se traduce en un ir y venir de responsabilidades mientras el cliente exige una explicación.

Lo grave de esta situación, es que quizá nadie tenga la culpa, es decir, que el fotógrafo, el diseñador, la agencia, la fotomecánica, la imprenta…todos hayan realizado su trabajo de la misma manera en que siempre lo hacen, porque el color juega una mala pasada si no se tiene controlado de una manera organizada.

Por ejemplo, se podría dar el caso de que el fotógrafo manda el mismo trabajo en una imprenta que sale bien pero en otra no, la cámara es la misma, el plató y la fuente lumínica también, por lo que no debería haber diferencias.

  • Desconfianza
  • Insatisfacción
  • Pérdida de tiempo y dinero
  • Cabreo general

Las empresas del sector invierten en mejorar sus equipos. Se olvidan de que todos los equipos están relacionados. La información no es leída ni percibida igual por cada equipo. Dejamos excesivos detalles al buen hacer del impresor o a las pruebas de Impresión.

Ejemplo: Nos gastamos medio millón de euros en una máquina nueva, cogemos una nave de 5000m2 para poder situar el equipo, para tener el papel y todos los elementos necesarios para empezar a trabajar, una inversión considerable, pero se olvidan que muchos de los equipos que se intervienen en la cadena de producción están estrechamente relacionados, por lo que tienen una gran influencia entre sí.

Es decir, cada máquina del taller o del sistema va pintar de una manera diferente, dependiendo siempre del gusto y la interpretación del maquinista. Por lo que no se tiene una calidad estándar en del taller, sino que el trabajo lo ha hecho Manolo, Pepe o Juan. «A mí como me gusta como lo pinta Manolo, pues ese trabajo lo tiene que hacer Manolo.»

En un taller se trabaja con calidades y normativas estándar, haya intervenido quien haya intervenido.

Mediante la generación de perfiles, se controla el color en todo el proceso de producción.

Se utilizará el perfil más pequeño que haya para hacer una reproducción cromática en el resto de dispositivos. Ahora se tendría la certeza de que lo que se está viendo en pantalla, se puede imprimir en cualquiera de los sistemas.

Si se tiene un monitor de RGB y sabemos que la conversión a CMYK se hace con el 40% del espacio de color, habrá que tener un método organizado para imprimir bien lo que se necesita:

  • Calibrar monitor, tener la certeza que el monitor está dentro de unos parámetros de reproducción adecuada.
  • Perfil del monitor correspondientes a sus características, más el ordenador, la tarjeta gráfica, todo influye en la reproducción. Para hacer una prueba en pantalla de cómo va a salir impreso voy a tener que pasar de un espacio RGB a CMYK. Si dentro ese espacio CMYK uso el perfil de la impresora con el papel adecuado se podrá ver en pantalla una reproducción fiel de cómo será impreso el trabajo.

Si tengo el monitor calibrado y no tengo el perfil pero la imagen en RGB, nunca voy reproducir los trabajos de manera deseada, por lo que hay que tener un método organizado.

Abarca la organización de todos los dispositivos en el proceso de gestión de color.

DISPOSITIVOS DE ENTRADA: scanner y cámaras digitales: Una vez analizados y calibrados se controla la gama cromática con la ayuda de unas tablas o cuñas de referencia de color.

Se pone una tabla de color, hacemos una foto sobre esa tabla de color, de la que tenemos todos los datos originales, por lo tanto la diferencia entre los datos originales y los que se reproducen, de esa tabla de color escaseada o fotografiada, va a permitir crear ese perfil de ese dispositivo.

En el monitor, se pone un espectofotómetro sobre la pantalla, reproducimos diferentes tonos de color, de esos tonos, el software sabe los valores originales, la diferencia de los valores en lab va a ser el perfil de color. Lo mismo pasa con los dispositivos de salida como impresoras, o máquinas de offset. Analizamos también el equipo de impresión, mediante tablas o cuñas o tests. Y con ayuda de un espectofotómetro.

Los perfiles ICC permiten al sistema de gestión de color aglutinar toda la información cromática de todos los dispositivos, los relaciona aportando fiabilidad desde el inicio hasta el fin del proceso.